Parece ser que los niveles bajos de excitación sexual pueden reducir la agresividad. En distintos estudios se siguieron los siguientes procedimientos: primero, los participantes eran molestados por un extraño. Luego se examinaban estímulos que despertasen levemente la excitación sexual (fotos de tractivos desnudos) y estímulos neutrales (fotos de paisajes, arte abstracto...). Finalmente, tenían la oportunidad de tomar represalias contra sus provocadores (Baron, 1974, 1979; Ramírez, Bryant y Zillmann, 1983).
Los resultados indicaron que los individuos expuestos a los desnudos (estímulos de excitación leves) mostraban menores niveles de agresividad que los expuestos a los estímulos neutrales.
Sin embargo, es importante que recalque la palabra "leve". En posteriores estudios en los que participantes eran expuestos a un material que despertaba más excitación sexual, esta excitación incrementó la agresividad más que la redujo (Jaffe y otros, 1974; Zillmann, 1984).
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